La temporada navideña suele asociarse a un mayor número de eventos sociales y comidas especiales. Este contexto genera en muchas personas la preocupación de “compensar excesos” mediante restricciones alimentarias o incrementos repentinos del volumen de entrenamiento. Sin embargo, desde una perspectiva de salud y rendimiento, este enfoque no es el más adecuado. La clave no está en compensar, sino en mantener la continuidad de los hábitos regulares.
Por qué no es necesario compensar los excesos:
Los días festivos representan un porcentaje muy pequeño del mes. Aunque durante esas jornadas la ingesta energética pueda aumentar, el impacto real sobre la composición corporal es mínimo siempre que el resto de la semana se mantengan los patrones habituales.
Las estrategias compensatorias (ayunos prolongados, entrenamientos excesivamente intensos o restricciones calóricas severas) pueden generar:
- Aumento del estrés fisiológico.
- Alteraciones en la recuperación muscular.
- Cambios negativos en el comportamiento alimentario.
- Mayor probabilidad de abandono de la rutina.
El organismo responde mejor a la regularidad que a los picos de sobreesfuerzo.
Importancia del entrenamiento durante diciembre
Mantener la asistencia al gimnasio en esta época no solo contribuye al equilibrio energético semanal, sino que también favorece:
- La estabilidad metabólica: el entrenamiento de fuerza y el trabajo cardiovascular ayudan a mantener la sensibilidad a la insulina y el gasto energético basal.
- La calidad del sueño: factor clave para la regulación hormonal y la recuperación.
- El control del estrés: muy necesario en un mes caracterizado por actividades adicionales y alteraciones en la rutina.
- La consistencia de los objetivos: evitar interrupciones prolongadas facilita retomar el ritmo con menor esfuerzo en enero.
En términos de salud y rendimiento, lo relevante es el comportamiento predominante, no situaciones puntuales. Una comida copiosa no afecta significativamente a los resultados si se mantienen hábitos estables los días previos y posteriores. Por ello, estrategias sencillas como mantener los horarios de entrenamiento, respetar el descanso y seguir una alimentación equilibrada la mayor parte del tiempo son suficientes para conservar progresos.
Para concluir, durante la Navidad no es necesario compensar los excesos, sino garantizar la continuidad de los hábitos saludables. Entrenar con regularidad, incluso en un mes con múltiples celebraciones, permite mantener la condición física, la estabilidad metabólica y el bienestar general.
El gimnasio permanecerá operativo para acompañar a los usuarios en esta etapa y favorecer que la actividad física siga siendo una parte esencial de su salud. ¡Os esperamos con la misma energía de todo el año!
Isabel Ferrer
Dirección YO10 Sport and Spa Club
Graduada en Nutrición Humana y Dietética